Kamishibai en el aula: una herramienta para aprender y crear
- Calcetín Literario

- 30 jun
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 ago
El arte de narrar con láminas está llegando a más escuelas chilenas. Profesores y mediadores de lectura descubren en el kamishibai una herramienta poderosa para fomentar la imaginación, la escucha y la creación colectiva. Te contamos cómo distintos establecimientos lo están incorporando en su quehacer pedagógico.

🎨 Un cruce de lenguajes artísticos
El kamishibai no es solo contar un cuento: es un punto de encuentro entre distintas artes. En cada narración se despliegan la literatura, el teatro, las artes visuales y plásticas, la escenografía, la dramaturgia y la narración oral. Esto permite que los estudiantes no solo escuchen, sino que también creen y participen activamente: ilustrando láminas, escribiendo guiones, narrando, actuando o incluso diseñando la iluminación. Como señalan especialistas en educación artística, “en una obra con kamishibai hay tantos roles posibles como estudiantes; nunca sobran manos y siempre hay un espacio para ingresar”.

📖 Kamishibai en bibliotecas y aulas chilenas
En Chile ya existen bibliotecas que prestan teatrillos y láminas para que docentes puedan llevar el kamishibai a sus clases. La Biblioteca Regional Gabriela Mistral en La Serena, por ejemplo, ofrece un sistema de préstamo de teatrillos y cuentos kamishibai a sus socios. Esta iniciativa busca acercar la lectura a través de experiencias colectivas y participativas, al tiempo que promueve habilidades de comunicación y creatividad en niños y jóvenes.
La Biblioteca de Santiago, por su parte, cuenta con un basto catálogo de kamishibai para revosar y además ha desarrollado actividades de narración en formato kamishibai, acercando este arte a familias y escuelas a través de funciones abiertas. Esto demuestra que la herramienta está disponible y en expansión dentro de la mediación lectora en nuestro país.

🌍 Aprender idiomas con kamishibai
Una de las ventajas más interesantes del kamishibai en la educación es su capacidad de facilitar la enseñanza de lenguas extranjeras. El formato de láminas ilustradas ayuda a contextualizar vocabulario, mientras que la narración oral permite ejercitar la comprensión auditiva y la pronunciación. En algunos casos, se han creado cuentos bilingües que permiten a los estudiantes aprender nuevas palabras de manera natural, vinculadas a imágenes y acciones.

✨ Una invitación a los docentes
El kamishibai es más que un recurso de animación lectora: es una plataforma pedagógica versátil que conecta arte, lenguaje, memoria y comunidad. Llevarlo al aula no solo enriquece las clases, sino que transforma la relación de los niños con la palabra y con el acto de narrar.
Profesores, mediadores y bibliotecarios tienen aquí una herramienta para enseñar con emoción, para despertar la creatividad y para dar voz a cada estudiante. Porque en el kamishibai, como en la educación, nunca sobran manos para construir una historia juntos.



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